Incluso hoy en día, comer pulpos vivos se considera un exótico inaudito en todos los países excepto en Corea, donde este plato es un manjar. A pesar de la apariencia poco atractiva, los tentáculos largos y el cuerpo rígido, los pulpos vivos se consumen fácilmente en los restaurantes coreanos. Sin embargo, es muy, muy difícil comerse viva esta vida marina.
Preparación del pulpo
Los pulpos tienen una cabeza grande, ocho tentáculos fuertes y pegajosos y ojos diminutos. Además, sus cuerpos contienen tinta que puede ser venenosa. Los chefs coreanos preparan el pulpo para comer de la siguiente manera: aprietan su cuerpo bastante fuerte para que salga agua salada. Después de eso, el pulpo se debilita y, después de cortar la bolsa de tinta, pierde el conocimiento. Luego, el chef corta sus tentáculos en pedazos para facilitar que los gourmets se los coman, mientras que los trozos cortados permanecen vivos durante otras tres horas.
Algunos coreanos comen el pulpo sin cortar, mordiendo pedazos de sus tentáculos con solo sus dientes.
Los pulpos frescos y aún vivos se adhieren a la cavidad bucal y continúan luchando por sus vidas, aferrándose a la lengua con numerosas ventosas. Esto es muy peligroso, ya que se han dado varios casos en los que el pulpo, al ingerirlo, se aferraba a las paredes de la garganta con ventosas y la persona fallecía por asfixia. Sin embargo, la carne de pulpo es bastante fácil de masticar, el único problema es que este plato se pega a la lengua, los dientes y la superficie interna de las mejillas. Por lo general, los tentáculos de pulpo simplemente se envuelven alrededor de palos y se colocan en la boca.
Alternativa
Si aún quieres probar el pulpo, pero la versión extrema con plato vivo no es adecuada, puedes arriesgarte y probar el “pulpo bailando en arroz”. Para su preparación, se utiliza un componente principal muerto, cuyos tentáculos se vierten con salsa de soja al servir. El sodio de la salsa desencadena una reacción en las células de los tentáculos, que conduce a la liberación de iones libres que "hacen cosquillas" en las terminaciones nerviosas del pulpo. Así, el plato comienza a bailar con eficacia en el plato, esparciendo granos de arroz alrededor.
Se observa un efecto similar al servir calamares con salsa de soja: sus fibras nerviosas están completamente expuestas, ya que no tienen una vaina protectora de mielina.
Sin embargo, comer un pulpo vivo tiene su propio significado sagrado y ritual: según los coreanos, una persona que se atreve a hacer esto tiene cualidades personales extraordinarias y un carácter de lucha. Este plato es consumido a menudo por personas que practican artes marciales antiguas, de esta manera entrenan su concentración y resistencia. El resto bien puede satisfacer su curiosidad en compañía de un cadáver de pulpo danzante.