Si esta cazuela de cuajada se deja en el frigorífico durante la noche, adquirirá una mayor densidad por la mañana, volviéndose aún más sabrosa, por lo que se recomienda cocinarla por la noche para el desayuno. Las pasas agregan dulzura a los productos horneados, pero puede prescindir de ella, luego la cazuela resultará agria gracias a las arándanos rojos.
Es necesario
- Para cuatro porciones:
- - 500 g de requesón graso;
- - 3 claras de huevo;
- - 4º. cucharadas de harina de trigo, azúcar;
- - 1º. una cucharada de azúcar de vainilla, levadura en polvo;
- - mantequilla, pasas.
Instrucciones
Paso 1
Separar las yemas de las proteínas. Batir el azúcar y las claras de huevo en un tazón pequeño. No se requieren yemas para esta cazuela.
Paso 2
Limpia la cuajada con un colador fino. Mezcle el requesón rallado con harina o sémola (a su elección), agregue el azúcar de vainilla y la levadura en polvo, mezcle nuevamente.
Paso 3
Enjuague las pasas con arándanos rojos, agregue a la mezcla de harina, rellene todo con claras batidas, mezcle todo bien hasta que quede suave.
Paso 4
Cubra un plato refractario con un trozo de mantequilla, vierta suavemente la mezcla de cuajada en él.
Paso 5
Cocine la cazuela de arándanos rojos a 180 grados durante 45 minutos. Debería formarse una costra dorada.
Paso 6
Sirva una cazuela de requesón fría o caliente con crema casera o crema agria. Además, la cazuela se puede verter con cualquier mermelada o almíbar de su elección, espolvoreado con azúcar en polvo.