Según el dicho, el apetito viene con la comida. Y despiertan las ganas de degustar el plato no solo por su atractivo aspecto, sino también por su increíble aroma. Sin embargo, solo los alimentos frescos huelen tentadores; después de su procesamiento y almacenamiento, los productos pierden su aroma natural e incluso su sabor. Para devolver estas cualidades a los alimentos, se utilizan varios aditivos o potenciadores.
La industria comenzó a desarrollar la idea de utilizar potenciadores del sabor desde principios del siglo XX. Estos aditivos son fáciles de disolver en líquidos porque están hechos en forma de polvo. Con la ayuda del amplificador, no solo puede devolver el aroma y el sabor apetitosos del producto, sino también suavizar el olor no deseado. Por ejemplo, si la carne tiene viento y el pescado ha pasado a la categoría de "segundo grado".
Tipos de potenciadores de sabor y aroma
Hoy en día, los amplificadores se utilizan no solo en la industria alimentaria para la obtención de galletas saladas, patatas fritas, bebidas carbonatadas, cubitos de caldo y otros productos, sino también directamente en cafeterías y restaurantes. Por norma, hablamos de comida rápida, los aditivos artificiales son más económicos que los jarabes naturales, las mermeladas o los caldos de verduras, por eso se utilizan con tanta frecuencia.
El mayor peligro para la salud humana es el amplificador E622 o glutamato de potasio, E636 o maltol, E637 o etilmaltol, Sudán.
Se puede seleccionar un potenciador natural, artificial o idéntico al natural para alterar las características de un producto. De estos, los suplementos naturales son los más seguros para la salud humana. Se obtienen por extracción, prensado o destilación a partir de productos de origen vegetal y animal. Sin embargo, tales polvos secos no son económicamente viables de producir y los sabores naturales son más débiles que los artificiales.
Daño a los potenciadores del sabor y el aroma
Los suplementos naturalmente idénticos también se obtienen a partir de ingredientes naturales, pero se obtienen artificialmente. Por lo tanto, no se puede argumentar que tales potenciadores puedan dañar el cuerpo. Si bien los amplificadores completamente artificiales se sintetizan químicamente, no existen análogos de tales aditivos en la naturaleza.
Se recomienda comer alimentos cuya composición se haya enriquecido solo con potenciadores seguros garantizados. Los amplificadores artificiales no se pueden usar en la nutrición de mujeres embarazadas, mujeres lactantes, niños. Según la legislación moderna, los aditivos sintéticos no se pueden utilizar para la producción de alimentos para bebés, pan, té, leche, café y otras bebidas. Para estar seguro de esto, asegúrese de estudiar el empaque del producto antes de comprarlo.
Uno de los aditivos populares es el glutamato monosódico, este potenciador del sabor excita el sistema nervioso y afecta negativamente a la retina. El consumo frecuente de glutamato conduce a la pérdida de la sensibilidad gustativa.
Para potenciadores de sabor y aroma, se ha creado una clasificación especial con un código que comienza con la letra E. De los aditivos más comunes en nuestro país, solo se permiten seis.