La pechuga de pollo es un producto que contiene una cantidad mínima de grasa. Por un lado esto es bueno, pero por otro lado, cocinar se vuelve más difícil, ya que hay que tener cuidado de no secar demasiado el plato. Para hacer esto, es necesario determinar con precisión el tiempo del tratamiento térmico.
Para la pechuga de pollo con tomates, prepare pechugas pequeñas de unos 150-200 g cada una. Necesitará 4 de ellos. Sepárelos de la piel y los huesos. Sazone el filete resultante con sal y pimienta. Para que sus pechugas de pollo estén sabrosas y secas, es mejor optar por hornear.
Prepare mantequilla y aceite vegetal, 3 tomates, unas ramitas de tomillo. También necesitarás 200 g de queso feta, una lechuga, un par de cebollas y un poco de vinagre de vino.
El filete de pollo, salado y condimentado, debe freírse ligeramente por ambos lados. La fritura se realiza en aceite vegetal, por cada lado se tarda cinco minutos. Precalienta el horno a doscientos grados. Coger un plato refractario y engrasarlo bien. Coloca la carne preparada en el molde.
Corta los tomates en rodajas finas y colócalos encima de la carne. Picar las ramitas de tomillo, picar el queso feta. Mezclar con tomillo y espolvorear tomates y carne por encima. Coloque en el horno durante 20 minutos para hornear.
Prepara una guarnición ligera para las pechugas. Corta la ensalada en tiritas. Los bulbos deben pelarse y cortarse en aros. Mezcle un par de cucharadas de vinagre, la misma cantidad de aceite de oliva, pimienta, sal, cebolla y lechuga. Colocar en platos en porciones sobre un trozo de pechuga, agregar un poco de ensalada con cebolla y servir. No tienes que molestarte en hacer la ensalada, solo corta los pepinos.