Los aficionados a la aromaterapia han incluido durante mucho tiempo el aceite de árbol de té en su arsenal. Este líquido amarillo claro o incoloro se obtiene por destilación al vapor de las hojas de los árboles de Melaleuca que crecen en Australia y Malasia. Las propiedades antivirales, bactericidas y antifúngicas de este aceite esencial lo convierten en un ingrediente apto para su inclusión en productos medicinales y de higiene.
El aceite de árbol de té no tiene nada que ver con la popular bebida con sabor astringente. La fuente de esta sustancia son los árboles de hoja perenne que pertenecen a la familia del mirto. Sus hojas secas son ricas en aceites esenciales con un aroma similar al alcanfor. La sustancia utilizada en cosmética y medicina se obtiene de plantas de las especies Melaleuca alternifolia, Melaleuca leucadendra y Melaleuca viridiflora.
A mediados de la década de 1920, se descubrió que el aceite de árbol de té tenía un efecto significativamente superior a uno de los antisépticos más populares en ese momento, el ácido carbólico. Las sustancias contenidas en las hojas de la planta son capaces de resistir las infecciones por hongos y levaduras y afectan negativamente el desarrollo de varias bacterias. Los resultados de la investigación permitieron a los médicos usar este medicamento en el tratamiento de enfermedades infecciosas de la piel, la boca y la nasofaringe.
Como componente de la composición para inhalación, el aceite de árbol de té se usa para bronquitis, dolor de garganta y sinusitis. Debido a las propiedades antisépticas, expectorantes y calmantes de las sustancias contenidas en las hojas de melaleuca, las preparaciones con este aceite ayudan a despejar el tracto respiratorio.
El árbol del té tiene la capacidad de tener un efecto curativo de heridas, su aceite esencial se usa en el tratamiento de quemaduras y para neutralizar los venenos de las picaduras de insectos. Esta sustancia alivia el dolor y desinfecta la zona afectada. Este medicamento también se usa contra parásitos como sarna y piojos. En lociones, cremas y champús, el aceite de árbol de té es bastante eficaz para ayudar a eliminar la caspa y el acné.
La popularidad de esta sustancia se debe principalmente al hecho de que, a diferencia de los antisépticos sintéticos, el aceite de árbol de té no tiene efectos secundarios. Sin embargo, antes de usar este medicamento, vale la pena realizar una prueba y asegurarse de que no haya intolerancia individual. Para hacer esto, se aplica una pequeña cantidad de aceite en la parte posterior de la muñeca y se deja durante una hora. Por lo general, el árbol del té no causa irritación, pero puede producirse un ligero enrojecimiento de la piel. Esta reacción se considera normal.