Las verduras son una valiosa fuente de muchos nutrientes. Son ricas en fibra, contienen una serie de vitaminas y minerales. No todas las verduras se pueden consumir crudas, por lo que se cocinan: hervidas, fritas, guisadas, horneadas. Sin embargo, ¿se conservan las propiedades beneficiosas de las verduras después de tal cocción, por ejemplo, al hervir?
Por qué las verduras hervidas son útiles
Se cree ampliamente que después de hervir, el contenido de vitaminas de las verduras disminuye drásticamente. Sin embargo, este no es siempre el caso, por ejemplo, si cocina las verduras durante demasiado tiempo y con un hervor fuerte. Y los beneficios de las verduras hervidas son innegables.
En primer lugar, como resultado de la cocción, las paredes celulares de las verduras se ablandan, lo que conduce a una mejor absorción de nutrientes por parte del cuerpo. Por ejemplo, al comer brócoli o espinaca crudos, una persona no asimila más del 2-3% de carotenoides, y si come el mismo producto después de cocinarlo, la asimilación de carotenoides aumentará al 30%. Las zanahorias cocidas contienen aproximadamente 3 veces más antioxidantes que las zanahorias crudas. Muchas verduras crudas contienen estroncio, que desplaza el calcio y el magnesio del cuerpo. Durante el tratamiento térmico, el contenido de estroncio disminuye drásticamente.
Lo mismo ocurre con los tomates. Una ligera disminución en la concentración de vitaminas después del tratamiento térmico se compensa con creces por la mayor absorción de licopeno, una sustancia que da a los tomates un color rojo. Pero el licopeno tiene un efecto antioxidante pronunciado. Por lo tanto, es aconsejable utilizar regularmente zanahorias y tomates hervidos o guisados para prevenir el cáncer y otras enfermedades graves. Las remolachas hervidas son muy útiles; al hervir este tubérculo, las propiedades beneficiosas no desaparecen en absoluto.
Además, algunas personas, especialmente las que padecen enfermedades del sistema digestivo, están contraindicadas en la fibra gruesa que contienen las verduras crudas. Se absorbe y se digiere mal. Después del tratamiento térmico (cocción), este problema desaparece.
Finalmente, los niños pequeños que aún no han ajustado completamente el trabajo de todos los sistemas del cuerpo pueden ser dañinos para las verduras crudas. Por eso, es mejor darles verduras hervidas.
Cómo minimizar la pérdida de vitaminas al cocinar verduras
Existen algunas pautas simples pero efectivas para reducir la pérdida de vitaminas durante la cocción. Sobre todo, intente cocinar las verduras inmediatamente después de haberlas pelado. Si por alguna razón no puede hacer esto, coloque las verduras peladas en un recipiente con agua fría.
Cuando el agua hierva, reduzca el fuego para que apenas se note el hervor y cubra la olla con una tapa. Mejor aún, cocine al vapor las verduras. Con este método de cocción, la pérdida de vitaminas será mínima.