Las albóndigas son un plato bastante popular. Además, este plato es muy conveniente, ya que puede prepararse para un uso futuro y almacenarse durante mucho tiempo en el congelador. Si está cansado de las habituales albóndigas rellenas de carne, pruebe la versión de pescado.
Cómo hacer albóndigas de abadejo o bacalao
Necesitará:
Para la prueba:
- dos vasos de harina;
- un huevo;
- 2/3 taza de leche o agua;
- una pizca de sal.
Para rellenar:
- un kilo de filetes de abadejo o bacalao;
- una cebolla;
- sal y pimienta para probar);
- dos dientes de ajo;
- verduras (al gusto).
Tome un filete de pescado, si está congelado, luego descongélelo de antemano y exprímalo ligeramente para eliminar el exceso de agua. Pica el pescado junto con la cebolla, el ajo y las hierbas. Sal la masa resultante, agrega el huevo y mezcla todo bien. Si la carne picada tiene una consistencia ligeramente acuosa, agregue una cucharadita de almidón (puede agregar un poco de harina, pero en este caso el relleno resultará menos suave).
Tan pronto como la carne picada esté lista, póngala en el refrigerador, mientras usted mismo, mientras tanto, comienza a cocinar la masa. Primero, tamizar la harina y colocarla en un recipiente hondo, agregarle el huevo, la sal, la leche (agua) y amasar la masa. Engrase sus manos con mantequilla y continúe amasando la masa con las manos. A continuación, espolvorear la superficie de trabajo con harina, poner la masa encima y enrollarla en una capa de unos tres a cuatro milímetros de grosor. Con un vaso, corte círculos con un diámetro de unos cinco centímetros de la masa, ponga una cucharadita de pescado picado en cada círculo, luego pellizque los bordes de cada círculo para que la carne picada quede adentro. Las albóndigas de pescado están listas, ahora puedes empezar a cocinarlas.
Para cocinar tales albóndigas, debe poner una olla de agua en la estufa y esperar a que hierva. Después de eso, coloque las bolas de masa en agua hirviendo, agregue sal y sus especias favoritas al gusto y espere a que el agua vuelva a hervir. Una vez que las albóndigas salgan a la superficie, reduzca el fuego a medio y continúe hirviendo a fuego lento durante otros seis a siete minutos. Transfiera las albóndigas terminadas de la sartén a un plato (si esto no se hace inmediatamente después de la cocción, hervirán), luego sazone con mantequilla, salsa o crema agria y sirva.
Si está preparando albóndigas de pescado para uso futuro, vale la pena recordar que es recomendable almacenarlas en el congelador por no más de un mes, y es mejor usarlas en las próximas dos semanas.