La carne de atún es extremadamente beneficiosa para el cuerpo humano. Reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, combate las enfermedades de la piel y aumenta la inmunidad. Sin embargo, este pescado no debe incluirse en su dieta con demasiada frecuencia debido al riesgo de intoxicación por el mercurio que contiene.
El atún es un pescado de la familia de la caballa. Su carne es inusualmente tierna, el sabor es comparable al de la ternera al vapor. Los japoneses lo usan activamente para preparar sushi, en gran parte debido a una de sus características únicas: no sucumbir a la infestación de parásitos. El atún se considera un verdadero alimento dietético: 100 g de carne contienen solo 140 Kcal.
La carne de este pescado se compone casi en su totalidad de proteínas, que se absorben muy fácil y rápidamente. Esto permite equiparar el atún con el caviar rojo de pescado comercial. Contiene aproximadamente un 19% de grasas, ricas en todos los aminoácidos esenciales, en particular Omega-3 y Omega-6, que son extremadamente beneficiosos para el cuerpo humano. Aseguran el funcionamiento normal del cerebro y del sistema cardiovascular y reducen los niveles de colesterol en sangre. La composición de la carne de atún contiene minerales: magnesio, calcio, selenio, potasio, fósforo, hierro, cloro, yodo, azufre, cobre, sodio, manganeso, zinc, molibdeno y vitaminas: E, PP, A y grupo B.
El atún satisface plenamente las necesidades diarias de vitamina B12 del organismo, que participa en el metabolismo, la síntesis de ADN y el funcionamiento del sistema nervioso. La vitamina B6, junto con el ácido fólico, reduce el nivel de homocisteína, el principal factor en el desarrollo de la aterosclerosis. En general, un alto contenido de vitamina B ayuda al cuerpo a asimilar más completamente las proteínas, grasas y carbohidratos de los alimentos. El selenio de este pescado juega un papel clave en el mantenimiento de la salud del hígado. También es conocido por su capacidad para prevenir la aparición y el desarrollo del cáncer.
Las personas que consumen regularmente platos de atún tienen una disposición alegre y una mayor resistencia al estrés.
La embolia es otra dolencia grave a la que no se puede temer al comer atún con regularidad. Este pescado reduce el riesgo de reacciones alérgicas y mejora la inmunidad. Se ha encontrado que el atún tiene un efecto positivo en las membranas mucosas y la piel de una persona, por lo que se recomienda su uso en personas que padecen eccema, psoriasis, dermatitis y otras enfermedades de la piel. La carne de atún se incluye activamente en varias dietas para adelgazar. La única condición es no comer pescado enlatado en aceite, sino carne, al vapor o al horno.
La carne de atún combina bien con verduras y cereales.
En la gastronomía de diferentes países se pueden encontrar patés de atún, soufflés, empanadas, ensaladas, en particular, la ensalada Nicoise con trozos de este pescado es muy conocida. Sin embargo, existen riesgos asociados con el consumo de atún. El caso es que el atún contiene mercurio, o mejor dicho, metilmercurio, que el pescado absorbe a través de la piel y lo recibe con los peces pequeños que se comen. Es difícil decir cuánto mercurio ingresará al cuerpo con una porción específica de carne, por lo que los expertos no recomiendan comer atún más de 1-2 veces por semana. Las mujeres embarazadas y lactantes, así como los niños menores de 12 años, no deben darse un festín con este pez. Además, la carne de atún contiene purinas, sustancias que pueden provocar urolitiasis y gota.