El té Pu-erh es especial tanto en sabor como en propiedades. En China, se le llama legítimamente "un medicamento para cien enfermedades". Cuando se usa correctamente, tiene un efecto beneficioso sobre el tracto gastrointestinal, sobre el sistema nervioso, tonifica suavemente, promueve la eliminación de toxinas. El té negro pu-erh es el único té que se puede beber con el estómago vacío.
El verde puerh en China apareció no hace mucho tiempo, tiene propiedades más similares al té verde. No se recomienda beber tal té pu-erh con el estómago vacío debido a los posibles efectos irritantes en la membrana mucosa.
El pu-erh negro, que penetró en los mercados nacionales del té hace varios años, sigue provocando los sentimientos más controvertidos en relación con su sabor. Su consistencia aterciopelada y sabor terroso con notas de nuez o ciruelas pasas enamoran inmediatamente, o pu-erh permanece desapercibido por un tiempo.
Y sin embargo, ¿cómo beber pu-erh correctamente y con qué? Se recomienda consumir esta bebida única por la mañana, preferiblemente por la mañana antes del inicio de la jornada laboral. Se convertirá en una alternativa digna al café. Las primeras hojas de té deben escurrirse, las siguientes deben prepararse durante un corto tiempo y beberse en tazones pequeños. Normalmente, las buenas variedades de pu-erh "resistirán" unas diez cocciones.
El pu-erh fuertemente elaborado no es muy bueno para consumir. Primero, pierde sus sabores y regustos únicos, y segundo, tiene efectos adversos como diarrea, aumento de la frecuencia cardíaca, agitación e insomnio.
No se recomienda poner azúcar en el pu-erh, para no perder el sabor. Pero su sabor se enfatiza perfectamente con frutas secas, nueces, especialmente avellanas, almendras, así como chocolate amargo o amargo. También puede agregar leche. Gracias a esto, las vitaminas A y E solubles en grasa entrarán en la infusión.
Puer, como cualquier otro té chino, debe disfrutarse en un ambiente tranquilo y pacífico con una compañía agradable, manteniendo una conversación tranquila o solo, descubriendo nuevas facetas de su sabor con cada sorbo.