Los pasteles de kéfir son una excelente opción para un refrigerio rápido. Se preparan de forma sencilla, no requieren costes de material especiales, son buenos tanto en frío como en caliente.
Sucede que de repente vienen invitados o hay una falta catastrófica de tiempo para preparar una cena completa, en este caso, las tartas de kéfir se convertirán en una verdadera salvación y su preparación no llevará más de media hora.
Para cocinar necesitarás:
- kéfir - 300 ml;
- refresco - 1/2 cucharadita;
- sal - 1/2 cucharadita;
- harina - 1, 5 tazas;
- huevos crudos - 2 piezas;
- huevos duros - 2 piezas;
- cebollas verdes.
En primer lugar, ponemos los huevos a hervir mientras hierven, medimos la cantidad requerida de kéfir y lo calentamos ligeramente. Tamiza la harina a través de un colador, para que las tartas resulten más aireadas. Lavamos las cebolletas, las secamos y las picamos en trozos pequeños.
Vierta la soda en kéfir tibio, mezcle y deje reposar durante 5 a 7 minutos, luego introduzca huevos crudos y vierta la mitad de la harina tamizada, mezcle todo bien.
Enfriar los huevos duros, pelar y picar en cubos arbitrarios, mezclarlos con cebollas verdes, agregar ligeramente.
Pon el relleno directamente en la masa, agrega el resto de la harina y amasa hasta que quede suave. La consistencia de la masa debe ser similar a la crema agria espesa.
Ponga la sartén a fuego moderado, vierta aceite vegetal y hierva. Vierta las tartas en aceite hirviendo y fríalas como si fueran tortitas. Coloque los pasteles terminados en un plato cubierto con una servilleta de papel o una toalla para eliminar el exceso de aceite. Sirva caliente con crema agria (se puede reemplazar con mayonesa).
La belleza de esta receta es que el relleno interfiere inmediatamente con la masa y no hay necesidad de perder tiempo enrollando y esculpiendo productos horneados.