La granada se distingue no solo por su increíble sabor, sino que también contiene una amplia gama de vitaminas y minerales. La granada madura a principios de otoño, por lo tanto, si se conserva adecuadamente, puede proporcionarse un remedio natural fortalecedor durante el período de beriberi de invierno.
Es necesario
Granadas, arcilla regular, agua, cajones de madera
Instrucciones
Paso 1
Para el almacenamiento, debe seleccionar las granadas adecuadas. Deben ser de color uniforme sin manchas marrones, no presentar daños en la piel y ser firmes al tacto. La cáscara de una granada madura tiene un ligero brillo brillante.
Paso 2
Hay varias formas de almacenar granadas. Uno de ellos es el más sencillo: coloca las granadas en el compartimento inferior del frigorífico, diseñado para almacenar verduras y frutas frescas. Si alguna de las frutas tiene dudas, puede pelarlas, doblarlas en bolsas de plástico y congelarlas en el refrigerador. En este caso, la cáscara no debe tirarse. Se puede secar y utilizar según sea necesario, ya que también tiene propiedades beneficiosas.
Paso 3
Una forma un poco más laboriosa, pero quizás la más confiable, de mantener frescas las granadas es la siguiente. Es necesario diluir la arcilla ordinaria con agua hasta obtener la consistencia de una crema agria espesa. La mezcla resultante debe rellenarse en la llamada "corona" de la granada. Esto evitará que la piel se seque prematuramente. Después de que la arcilla se haya secado, las granadas deben colocarse en cajas de madera en dos o tres capas. Además, puede envolver cada granada en papel pergamino o papel de calco. Las cajas con frutas deben almacenarse en rejillas en un área ventilada oscura y fresca.