El agracejo tiene alrededor de cuatrocientas cincuenta especies y pertenece a arbustos espinosos de hoja perenne. Popularmente, el agracejo se llama limón agrio, porque sus bayas tienen un sabor muy agrio.
En la antigüedad, el agracejo se consideraba una planta que trae felicidad, buena suerte y da juventud, por eso, se elaboran diversos souvenirs y productos de arte con madera de agracejo, que se regalan o guardan en casa. La tinta roja también está hecha de agracejo.
El agracejo también pertenece a las plantas medicinales. En la antigüedad, era un purificador de sangre. Las hojas de la planta contienen alcaloides que reducen la presión arterial y detienen el sangrado uterino. Para la colelitiasis, hepatitis crónica, se usa tintura de agracejo. Las hojas y la corteza son ricas en vitamina C, ácido málico y cítrico.
La gelatina, la mermelada, el jugo y el kvas se preparan a partir de bayas de agracejo. El agracejo se seca, se muele y obtiene un condimento maravilloso para el arroz y el cordero. El agracejo es una planta melífera. La miel de agracejo es de color amarillo y está dotada de propiedades medicinales.
El agracejo común se utiliza como arbusto ornamental o cerca verde. Gracias a la fácil poda, puedes darle al arbusto cualquier forma. El agracejo emite un olor muy fragante durante el proceso de floración y, aunque las bayas no son venenosas, los pájaros no las comen. El jugo de las bayas tiene la capacidad de eliminar toxinas y se considera un limpiador corporal.
Con reumatismo, enfermedades hepáticas, es útil usar bayas de agracejo. Los científicos han llegado a la conclusión de que el agracejo contiene una sustancia que puede combatir la adicción al alcohol y al tabaco. Las hojas secas se pueden utilizar en invierno para hacer té vitamínico. Las personas que consumen agracejo todos los días se sienten alegres y llenas de energía.