El albaricoque es una fruta familiar. La pulpa delicada y el aroma increíble no dejan indiferente a nadie. Sin embargo, esta fruta tan delicada no solo es muy sabrosa, sino también saludable.
Debido a su bajo contenido calórico, el albaricoque se puede usar para los días de ayuno: su contenido calórico es de solo 44 kcal por 100 gramos. También es importante que los albaricoques contengan bastante potasio, esto nos ayuda a eliminar el exceso de líquido.
Un día de ayuno con un albaricoque es bastante agradable: esta fruta mejora el estado de ánimo y se sacia rápidamente. Comer albaricoques en los alimentos ayuda en la prevención de enfermedades de la tiroides.
Composición de los albaricoques:
- colina;
- betacaroteno;
- Vitaminas B;
- retinol;
- ácido ascórbico;
- vitaminas H, PP, E;
- un complejo de minerales (magnesio, yodo, hierro, potasio, sodio, fósforo);
- fibra dietética (fibra);
- muchos ácidos orgánicos;
- pectinas y así sucesivamente.
Las sustancias contenidas en los albaricoques ayudan a reducir los niveles de colesterol y previenen la formación de placas de colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos. El consumo regular de albaricoques normaliza el metabolismo y elimina las toxinas del cuerpo.
Por cierto, los albaricoques se han considerado durante mucho tiempo un laxante suave y se pueden usar tanto frescos como secos. Remoje los albaricoques secos durante la noche y por la mañana coma y beba con infusión, una excelente alternativa al agua Sassi.
Los albaricoques mejoran la memoria y estimulan la actividad cerebral, así que inclúyalos en su dieta siempre que sea posible. El albaricoque también contiene componentes antimicrobianos y tiene propiedades bactericidas. Las semillas de albaricoque se utilizan en la medicina popular como un expectorante y sedante eficaz para la tos, la bronquitis y diversos procesos inflamatorios.