Los brotes son un alimento muy saludable. Limpian los intestinos, contienen muchas vitaminas y minerales. Los brotes de avena son los más sabrosos de todos los cereales. Tienen un sabor dulce; contienen vitamina B y la mayor cantidad de proteínas vegetales entre los cereales.
Hay varias formas de germinar avena. Consideremos la opción de enlatado más eficaz y conveniente.
Es necesario
- - semillas de avena
- - Banco
- - solución rosada de permanganato de potasio
- - agua
Instrucciones
Paso 1
Limpia las semillas de avena compradas del exceso de residuos. Seleccione buenas semillas. Para ello, llene la avena con agua: deseche las semillas que hayan salido a la superficie. Están "vacíos".
Paso 2
Coloque las semillas de avena en un frasco pequeño. Rellénelos con una solución de permanganato de potasio rosa, revuelva y deje reposar durante 5 minutos. Con esta solución, procesarás las semillas. Vacíe el frasco y enjuague las semillas varias veces con agua limpia.
Paso 3
Rellene las semillas de avena con agua limpia 10 cm por encima del nivel del grano.
Cubre el frasco con una gasa y asegúralo con una banda elástica. Deje el frasco durante 12 horas en cualquier lugar que no sea el alféizar de la ventana.
Paso 4
Después de 12 horas, escurra toda el agua. Para que el agua se drene por completo, coloque el frasco en un plano inclinado. Asegúrese de que las semillas no cubran la gasa, de lo contrario se "sofocarán". Deje el frasco en esta posición durante 1-3 días a 22 ° C hasta que las semillas germinen.
Paso 5
Pasados unos días (dependiendo de la calidad de las semillas) aparecerán brotes.
Debes comerlos hasta que la longitud del brote supere los 5 mm. Coma brotes por la mañana porque tienen un fuerte efecto estimulante. Guarde los brotes en el refrigerador por no más de un día, porque incluso en el frío continúan creciendo.