Gasterópodos, o gasterópodos, es el término científico para una clase de moluscos de más de 1000 especies. Las principales características de su apariencia son familiares para todos desde la primera infancia: una casa en la espalda, ojos de cuerno y una pierna. El comienzo del conocimiento de los compatriotas con los caracoles se remonta a siglos, pero solo la llegada de la cocina francesa a tierras rusas introdujo matices gastronómicos en las características de estas interesantes criaturas.
Al vivir en agua dulce y de mar, arrastrándose a través de árboles, flores, pastos y tierra, los caracoles tienen una amplia variedad de preferencias alimentarias. Entre ellos hay caníbales que comen de su propia especie, hay amantes que se deleitan con insectos de tamaño mediano. Los jardineros luchan con todas sus fuerzas contra la invasión de caracoles, que reducen el rendimiento de las camas. Pero algunos de los gasterópodos, que se distinguen por su sabor especial, se han convertido en la presa codiciada de los gastrónomos.
La historia del caracol comestible
La tradición de comer caracoles no nació en Francia, como se cree comúnmente, sino en el Imperio Romano. Los caracoles (cócleas) fueron criados en jardines especiales, alimentados con harina y "soldados" con vino. Las fuentes históricas dicen que los caracoles eran la parte principal de la dieta de los legionarios de Guy Julius Caesar durante la campaña a Galia. La cocina francesa también recibió un impulso con la llegada de los chefs italianos a la corte real: fueron traídos por la florentina Catalina de Médicis.
Hay varios tipos de caracoles comestibles. Los más famosos son Helix y Achatina. Estos últimos se recolectan en el continente africano y en algunos estados del sur de Asia. Achatina crece muy rápido, y el tamaño de su casa puede alcanzar los 25 cm. Estos habitantes del cinturón cálido no caen en hibernación. A diferencia de los "africanos", los Helixes pierden un tiempo precioso debido a las peculiaridades del clima y se quedan dormidos durante 4 meses, de diciembre a marzo.
Hay dos tipos de caracoles helicoidales. Los más famosos son los caracoles de uva o de Borgoña (Helix Pomatia). En los países de los Balcanes (Bulgaria, Turquía, Grecia) se cría Helix Lucorum, una especie no menos popular. Las dimensiones de las conchas de hélice son mucho más modestas que las de Achatina: 3-4, 5 cm.
Características del gusto de los caracoles comestibles
Un matiz de sabor distintivo de los caracoles europeos, especialmente notado, es el olor a tierra, que es más intenso en Borgoña y menos pronunciado en los gasterópodos de los Balcanes. En la naturaleza, las primeras se cosechan en mayo-junio, las segundas a principios de la primavera. La carne de los caracoles de Borgoña tiene un tono marrón claro, los caracoles de los Balcanes son mucho más oscuros, las mismas diferencias de color son características de ambos tipos de conchas. En granjas especializadas, los caracoles se recolectan después del engorde, en el otoño. El caviar de caracol también está sobre la mesa.
El sabor de las mujeres africanas Achatina, según algunos testimonios, se asemeja a las setas russula. La sopa hecha con ellos, según creencias antiguas, cura la tuberculosis, pero esta información no ha sido confirmada por nada. Las conchas de Achatina, a diferencia de la hélice, son muy frágiles.
Antes de ponerlos sobre la mesa, los caracoles se mantienen en una dieta de hambre para eliminar toxinas y toxinas. El plato de caracoles francés más famoso son los caracoles. La carne sin grasa de los caracoles de Borgoña (la más popular y apreciada en Francia) tiene un alto contenido de proteínas y un conjunto único de aminoácidos. Sin embargo, otros gasterópodos comestibles tienen las mismas cualidades.