Los hornos modernos se dividen en gas y eléctricos, dependiendo de qué sirve exactamente como medio para calentarlos. Cada uno de estos hornos tiene sus ventiladores, pero cabe destacar que incluso en los casos en los que se suministra gas al apartamento, muchas amas de casa optan por un horno eléctrico. Y esto no es casualidad, porque el horno eléctrico es más fácil de controlar, y la presencia de un termostato y un sensor de temperatura permite mantener la temperatura deseada durante todo el tiempo de cocción.
Instrucciones
Paso 1
Los hornos eléctricos son mucho más funcionales que los de gas. Pueden cocinar una gran cantidad de platos, incluso de acuerdo con las recetas más exóticas. Las funciones se diferencian entre sí por el régimen de temperatura, este o aquel tipo de calentamiento, y en los modelos más modernos basta con indicar simplemente el modo y el tiempo de cocción y ya no preocuparse por cómo se cocinará el plato.
Paso 2
La puerta del horno no puede tener bisagras, sino que es retráctil. Evidentemente, en este caso es mucho más fácil instalar bandejas de horno, y además, se reduce el riesgo de quemarse al trabajar con un horno en funcionamiento. Una brocheta accionada eléctricamente le permite hornear carne, y si está ubicada en diagonal, entonces es muy posible cocinar incluso un cochinillo.
Paso 3
Para cocinar platos en un horno eléctrico perfectamente, debe cumplir con algunas reglas. En primer lugar, conviene estudiar bien las características del horno antes de empezar a cocinar. El estante más bajo es el mejor para cocinar y los platos deben ubicarse en el centro de la bandeja para hornear.
Paso 4
Para guisar en el horno, son adecuados platos de hierro fundido, arcilla refractaria o cerámica.
Paso 5
Si desea preparar un plato de estofado frío, debe colocarlo en un horno sin calentar. Antes de poner en su interior productos de repostería o panadería, se debe calentar a una determinada temperatura indicada en la receta.
Paso 6
Un horno eléctrico permite guisar, hornear u hornear productos a dos temperaturas: la primera mitad del tiempo de cocción requerido se realiza al máximo, y la segunda al mínimo, y en ocasiones incluso con el horno completamente apagado, ya que hay suficiente calor residual.