El aloe es una planta de la familia de las suculentas, un visitante bastante frecuente de los alféizares de oficinas y apartamentos. Del aloe se puede obtener un jugo que tiene propiedades bactericidas, estimula el apetito, mejora la digestión, ayuda a una curación más rápida de las heridas y se utiliza en cosmetología.
Es necesario
- - gasa
- - tabla de cortar;
- - la cuchara;
- - contenedores adecuados;
- - cuchillo;
- - vinagre.
Instrucciones
Paso 1
Se pueden obtener dos sustancias del aloe: gel y jugo lechoso. El gel es una sustancia gelatinosa transparente que se encuentra dentro de las hojas de aloe, y el jugo se encuentra inmediatamente debajo de la piel de la planta y tiene un color amarillento. Algunas formulaciones usan el jugo o el gel solo, pero la mayoría de los medicamentos están hechos de tallos de aloe triturados, por lo que ambos están presentes. En las personas, el gel y el jugo lechoso de la planta se confunden regularmente, de modo que el nombre "jugo de aloe" se adhiere a ambos.
Paso 2
El jugo se obtiene de plantas que han cumplido dos años. Corta las hojas inferiores y medias, que han alcanzado los quince centímetros, enjuágalas bien con agua hervida y córtalas en trozos pequeños. Coloque la papilla resultante en una gasa doblada en dos capas y exprima el jugo en un recipiente adecuado.
Paso 3
Si desea gel de aloe, use las hojas inferiores carnosas, que tienen el mayor contenido de gel. Deben cortarse en ángulo oblicuo a la planta. Colóquelos en posición vertical en un recipiente durante diez a quince minutos. Durante este tiempo, el jugo lechoso tendrá tiempo de salir de ellos.
Paso 4
Coloque las hojas de la planta en una tabla de cortar, corte las puntas y los dientes con un cuchillo afilado. Luego corte la hoja a lo largo en dos pedazos. Tome una cucharadita y separe el moco y la pulpa blanca transparente de la hoja. No presione demasiado con una cuchara sobre el tallo, de lo contrario el jugo entrará en el gel y sus esfuerzos serán en vano.
Paso 5
Si planeas consumir aloe internamente, enjuaga la pulpa con una solución de vinagre suave para eliminar por completo el jugo lechoso. Cualquier exceso de gel de aloe que no vaya a consumir pronto se puede almacenar en el congelador.