Las verduras contienen mucha fibra, que en otros productos es solo en cantidades mínimas, ellas, al igual que las frutas, aportan el aporte necesario de vitaminas, pero al mismo tiempo no contienen azúcares y son mucho menos altas en calorías. Al mismo tiempo, las verduras verdes merecen una atención especial.
El color verde de las verduras se debe a la presencia en ellas de una gran cantidad de una sustancia pigmentaria: la clorofila, que también es un poderoso antioxidante.
La clorofila, al ser un antioxidante, protege al cuerpo humano de los efectos nocivos de los radicales libres, fortalece el sistema inmunológico, previniendo el desarrollo de tumores cancerosos y el envejecimiento prematuro del organismo.
Además, los alimentos verdes contienen carotenoides y betacaroteno, que tienen un efecto beneficioso sobre la piel y la visión, el hierro, que es responsable del metabolismo del oxígeno en las células, el calcio, que asegura el buen funcionamiento de los sistemas musculoesquelético y nervioso, así como mejora salud dental, sales y ácido fólico, que contribuyen al correcto desarrollo del feto en el útero de la mujer embarazada.
La fibra (fibra dietética gruesa) contenida en los vegetales verdes tiene un efecto positivo en el proceso de digestión, promueve la saciedad rápida y reduce la cantidad de exceso de grasa en el cuerpo. La mayoría de ellos se encuentran en la espinaca, las judías verdes, el brócoli, los guisantes y la col rizada. Este último, por cierto, limpia bien los intestinos, satisface rápidamente la sensación de hambre. El uso de la cosecha verde también tiene un efecto beneficioso sobre el estado psicológico de una persona, ya que este color calma y combate el estrés.
Según algunos expertos, consumir verduras como la espinaca y el brócoli con regularidad puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Si hablamos de los vegetales verdes más útiles, entonces podemos destacar el aguacate. Los amantes de este exótico producto reducen significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, porque contiene sustancias que ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre.
Los vegetales verdes son bajos en calorías. Por ejemplo, el valor energético de un pepino es de solo 16 calorías por 100 gramos, y las hojas de lechuga son incluso menores: 12 kcal por 100 gramos. Además, para digerir este grupo de verduras, el cuerpo necesita gastar casi 2 veces más calorías. Como resultado, junto con la sensación de saciedad y la recepción de importantes micronutrientes, las verduras verdes permiten incluirlas en la dieta de diversas dietas.
Las verduras y hierbas verdes se pueden utilizar con fines cosméticos: para hidratar, nutrir, aliviar la hinchazón y mejorar el color de la piel. Para lograr tales resultados, es necesario hacer máscaras con dichos vegetales (en primer lugar, esto se aplica a los pepinos y el perejil).
Comer perejil de los hombres puede ralentizar el proceso de calvicie. Además, esta hierba verde es un afrodisíaco poderoso, es decir, una sustancia que estimula la actividad y el impulso sexual.
Por lo tanto, los vegetales verdes pueden suplir las deficiencias de muchas vitaminas y otros nutrientes del cuerpo. Combinan bien con la mayoría de los alimentos y, por lo tanto, pueden diversificar seriamente la dieta. Para un efecto máximo, es recomendable consumir 2 porciones de vegetales verdes al día crudos, en ensalada o al vapor.