Una dieta saludable incluye no solo elegir alimentos saludables, sino también prepararlos correctamente. En un esfuerzo por ahorrar tiempo, la humanidad comenzó a usar activamente un horno de microondas para estos fines, pero emite microondas, lo que puede afectar negativamente no solo la calidad de los productos, sino también la salud humana.
El microondas ha sido durante mucho tiempo parte de la cocina de muchas familias. Cocción rápida, tamaño pequeño, variedad de funciones: una comodidad y nada más. Todo esto cautiva a las personas, y comienzan a olvidarse de lo que realmente les sucede a los alimentos durante su preparación en el microondas.
Experimenta con brócoli
Para probar cómo la radiación de microondas afecta a los alimentos, los estudiantes de la Escuela de Medicina de Warwick llevaron a cabo una serie de experimentos. Primero explicaron que la cocción a corto plazo es preferible, ya que los glucosinolatos, así como otras sustancias beneficiosas, se conservan más. En el ejemplo del brócoli, estos compuestos se retienen en un 45% y, de hecho, tienen un efecto anticancerígeno en el cuerpo. Por ejemplo, al freír, los glucosinolatos se destruyen en un 75% y cuando se cuecen al vapor, solo en un 5%. Entonces, en este caso, el microondas no parece tan peligroso. ¿Pero es?
Cual es el peligro?
Muchos investigadores que han estudiado los efectos de los hornos microondas simplemente los echaron de casa y obligaron a sus amigos, vecinos y a todos sus conocidos a hacer lo mismo, publicando el costo de ahorrar tiempo en revistas científicas.
En primer lugar, la radiación electromagnética afecta negativamente a la salud humana, provocando cáncer y trastornos de los sistemas cardiovascular y nervioso. Pero ahora estamos hablando del efecto del horno sobre la comida. La conclusión es que este dispositivo funciona sobre la base de un magnetrón, un emisor que es capaz de crear un campo electromagnético muy poderoso. Cuando se calienta, obliga a las moléculas de los alimentos a moverse, creando un efecto de fricción. Cuanto mayor sea la velocidad de movimiento, mayor será la fuerza de fricción y mayor será la temperatura. Y dado que la radiación actúa simultáneamente sobre todo el producto, el calentamiento se produce de manera uniforme.
El calor y la fricción, junto con la poderosa radiación electromagnética, que se considera un factor de influencia externo agresivo, destruyen literalmente los ya inestables antioxidantes y vitaminas. Esta es una verdadera guerra atómica. Solo las fibras celulares, que ya son mal absorbidas por el cuerpo debido a la compleja construcción de moléculas y fuertes enlaces, no sucumben a los efectos destructivos.
Cuanto más largo sea el proceso de microondas, las sustancias menos útiles y nutritivas estarán en los alimentos. Es decir, nosotros mismos matamos la esencia de los alimentos, privando al cuerpo de todo lo que necesita para mantenerlo en buenas condiciones.