La miel de angélica es uno de los raros postres de élite. Combina las cualidades beneficiosas de los productos apícolas y las propiedades únicas de la angélica medicinal. El nombre de esta planta, según el diccionario de V. Dahl, proviene de la palabra "sacar" o "recuperar". Según la leyenda, fue la angélica quien salvó a los habitantes de la ciudad francesa de Niort durante una terrible epidemia de peste.
La miel de angélica tiene un color marrón rojizo especial con un ligero tinte verdoso. Tiene una alta viscosidad y el proceso de cristalización de este producto lleva mucho tiempo. Dicha miel puede permanecer líquida durante varios meses sin perder su viscosidad natural. La miel de angélica tiene un aroma agradable y un sabor rico y brillante con un ligero amargor.
La miel contiene todo un complejo de vitaminas (grupo B, K, E, C, PP, caroteno, ácido pantoténico y fólico), minerales, enzimas y aminoácidos (alanina, arginina, lisina, tirosina, ácido glutámico). La mayor parte del producto es azúcar: fructosa - 40%, glucosa - 38%, maltosa - 2-3%. El contenido calórico de una porción de 100 gramos de miel es de unas 330 Kcal.
En la medicina popular, la miel de angélica se usa ampliamente para restaurar la fuerza después de una enfermedad, esfuerzo físico intenso y estrés. Se recomienda su uso para enfermedades cardíacas, hipertensión y distrofia muscular. En pequeñas dosis, el producto debe ser utilizado por deportistas, ya que la miel es un excelente adaptógeno y un anabólico natural. Tiene un buen efecto sobre la función cerebral y también puede mejorar el estado de ánimo.
La miel de angélica es famosa por su efecto calmante, tónico y tónico. Se utiliza para combatir infecciones bacterianas y virales del tracto respiratorio superior, ayuda en el tratamiento de enfermedades graves y prolongadas.
Este agente se usa ampliamente en terapia adyuvante en pacientes renales. La miel tiene propiedades antisépticas y un ligero efecto diurético. Su uso regular normaliza la actividad del sistema urinario. Además, la miel de angélica se usa para tratar enfermedades del sistema reproductivo, se recomienda para pacientes que padecen cistitis, vaginosis y aftas.
La miel de angélica tiene un efecto positivo sobre la función intestinal. Para tratar el estreñimiento crónico, tome una cucharadita de miel junto con un vaso de agua tibia todas las mañanas con el estómago vacío. El producto ayuda a activar la peristalsis intestinal y acelera el proceso de digestión. Se recomienda encarecidamente que la miel de angélica se incluya en la dieta de pacientes con enterocolitis y gastritis.
La miel de angélica se ha utilizado durante mucho tiempo como un medio eficaz para aumentar la lactancia. Sin embargo, una madre lactante debe tomarlo con mucho cuidado y solo después de consultar a un ginecólogo o un especialista en hepatitis B.
A pesar de las probadas propiedades positivas de la miel de angélica, cabe señalar que este producto tiene sus propias contraindicaciones. No debe consumirse para la diabetes, el asma o las alergias. En grandes dosis, la miel puede provocar un ataque de asfixia, malestar y un fuerte aumento de la temperatura corporal. Además, hay que recordar que la miel de angélica, como cualquier otra, no debe disolverse en bebidas calientes (té, café, bebida de frutas, vino caliente y otros). La mayoría de sus propiedades beneficiosas se pierden bajo la influencia de las altas temperaturas.